
Los científicos utilizaron un método denominado proceso de dopaje selectivo por el que se añade impurezas a un material para cambiar sus propiedades. Concretamente níquel al óxido de magnesio consiguiendo grupos de átomos inferiores a los 10 nanómetros cuadrados. Un tamaño reducido en un 90 por ciento del que se consigue con las técnicas actuales y que puede representar una revolución para aumentar la capacidad de almacenamiento.
La tecnología también promete avanzar en industrias como la automoción permitiendo nuevos motores cerámicos capaces de soportar el doble de temperaturas que los actuales con un importante ahorro de consumo energético. La mejora en la conductividad térmica del material podría tener aplicaciones en el aprovechamiento de fuentes de energía alternativas como la energía solar.
Además, el avance en procesos de dopage selectivo permite impulsar campos energéticos nanotecnológicos como el de la “spintrónica” que estudia el aprovechamiento de la energía producida por la rotación de electrones para fabricar semiconductores más eficientes.
Fuente: http://muycomputer.com
0 comentarios:
Publicar un comentario